Cada una de las construcciones soldadas y atornilladas tiene sus propias ventajas y consideraciones, especialmente en el contexto de las torres de comunicación:
- Transporte: Las construcciones soldadas, especialmente en torres más grandes, pueden plantear desafíos en el transporte debido a su tamaño. Por ejemplo, las torres Altruss H32 tienen unas dimensiones de base considerables (4,5×4,5 metros de ancho y 6 metros de largo), lo que imposibilita el transporte por autopistas. Por el contrario, las construcciones atornilladas ofrecen flexibilidad, ya que se pueden desmontar en componentes más pequeños, básicamente tuberías, lo que hace que el transporte sea más fácil y rentable. La mayoría de nuestras construcciones son híbridas: las secciones inferiores están atornilladas y las superiores (las pequeñas) soldadas.
- Instalación: Las secciones soldadas generalmente son más rápidas de instalar en el sitio, lo que reduce el tiempo de instalación y los costos de mano de obra. Sin embargo, pueden ser más susceptibles a problemas como grietas por congelación y errores de soldadura. Las secciones atornilladas, aunque requieren más tiempo para ensamblarse, ofrecen la ventaja de un fácil transporte a mayores distancias. Podemos enviar una torre de 50 m de altura al otro hemisferio en un solo contenedor marítimo, simplemente porque está plegada.
- Mantenimiento: Las construcciones atornilladas pueden tener ventajas en términos de mantenimiento y reubicación futura. Son más fáciles de desmontar, lo que simplifica una posible reubicación (o venta). Las construcciones soldadas, aunque resistentes, pueden plantear dificultades para su desmontaje y montaje en caso de reubicación.
- Rigidez: Tanto las construcciones soldadas como atornilladas pueden alcanzar niveles similares de rigidez cuando se diseñan y construyen adecuadamente. La elección entre los dos métodos puede depender más de factores como el transporte, la facilidad de instalación y consideraciones de mantenimiento a largo plazo que de la rigidez únicamente.
- Costo: Las secciones atornilladas requieren más trabajo en el proceso de producción, por lo que son más caras.
En última instancia, la decisión entre construcciones soldadas y atornilladas depende de varios factores, incluidos los requisitos del proyecto, las restricciones presupuestarias, la logística de transporte y las consideraciones de mantenimiento a largo plazo. Cada método ofrece su propio conjunto de ventajas y compensaciones, y la elección debe hacerse en función de las necesidades y limitaciones específicas del proyecto.